Tom
Compramos esta propiedad en Upland como inversión, y el garaje tenía un pequeño estudio de artista adosado en la parte trasera que nos dimos cuenta de que podíamos convertir en una unidad de alquiler.
Todo el mundo en el Ayuntamiento fue tremendamente servicial, fue una experiencia realmente agradable. Aprendí mucho a lo largo del proceso, y agradezco al inspector que me haya enseñado tanto. Mi consejo para los propietarios es que vayan a su ritmo; es un maratón. Lo más difícil es empezar y terminar, sobre todo hacia el final.
Para nosotros era importante encontrar buenos inquilinos que cuidaran la casa. Encontramos a una familia que quería vivir en la casa principal y trasladar a sus abuelos a la ADU, y nos pareció una obviedad. Nunca se me había ocurrido como opción, pero la demanda está ahí para la vida multigeneracional. Da la sensación de que esta propiedad está cumpliendo su propósito al albergar a esta gran familia.
Cuando empieces a alquilar, mi consejo es que vayas despacio y con calma. La primera prioridad es asegurarse de que todo sea seguro para los inquilinos. Joe y Juanita tienen más de 80 años, así que instalamos barandillas y asideros en la ducha para que fuera más seguro para ellos. El primer mes puede dar mucho trabajo porque todo el mundo se está instalando; tú y los inquilinos pasaréis tiempo asegurándoos de que todo funciona. Si eres responsable a la hora de configurarlo todo, después del primer mes todo irá sobre ruedas.
Joe y Juanita
Antes de vivir aquí, vendimos nuestra casa para estar más cerca de la familia y nos mudamos con nuestra nieta y sus dos hijos. Estaba muy concurrido con todo el mundo bajo el mismo techo. Decidimos buscar una casa de alquiler para todos en Upland para tener más espacio. Upland es una comunidad muy segura y tranquila, y nuestro vecindario se siente acogedor.
Vivir en la ADU ha sido bueno para todos. Nuestra nieta y nuestros bisnietos tienen su propio espacio familiar y nosotros el nuestro, pero pueden venir a visitarnos cuando quieran. Podemos estar cerca de ellos incluso cuando están ocupados, y ellos pueden revisar nuestra nevera cuando les apetezca. El ADU es un buen tamaño para nosotros – es fácil de mantener limpio y todavía tenemos espacio para los visitantes. Nuestro hijo se queda en el segundo dormitorio cuando viene de visita de fuera de la ciudad, y los viernes organizamos un estudio bíblico en el salón con nuestros amigos de la iglesia. Todos pueden sentarse y comer juntos.
Tenemos un pequeño patio privado separado del patio principal, con una verja y espacio para que juegue nuestro cachorro. En verano nos gusta sentarnos fuera y relajarnos al aire libre. Recibimos mucha luz solar a través de las puertas correderas, y nos gusta la intimidad y la libertad. Si eres responsable a la hora de configurarlo todo, después del primer mes todo irá sobre ruedas.
